Westminster en el planeta de los simios

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A Ronald Reagan no le gustaban los hippies. Decía que eran individuos que vestían como Tarzán, llevaban el pelo como Jane y olían como Chita. Probablemente el aspecto de los parlamentarios británicos sería más de su gusto, pero cuando Banksy los ha visto como chimpancés será por algo.

‘Devolved Parliament’ (‘Involución del Parlamento’ o ‘Parlamento transferido’) se titula la cáustica pintura que abre esta entrada. En ella, el provocador y enigmático artista y grafitero, ha recreado los verdes escaños de la Cámara de los Comunes, en el parlamento de Westminster, ocupados por chimpancés, en una de sus tumultuosas sesiones.

La obra, que se ha subastado hace unos días en Londres por 11,1 millones de euros, es toda una bofetada a la clase política británica que, por analogía, se podría extender a algún que otro parlamento más cercano. A juicio de Alex Branczik, jefe del departamento de arte contemporáneo europeo en Sotheby’s, el artista subraya “la regresión de la democracia parlamentaria más antigua del mundo en una actitud tribal y animal”.

Recurriendo a nuestros primos hermanos evolutivos, hace alusión a un retroceso en su particular teoría de la evolución parlamentaria. Aunque casi nos hemos acostumbrado a las broncas sesiones del parlamento británico, entre los gritos y abucheos de sus señorías, y las desesperadas llamadas al orden de su speaker, John Bercow, la distopía simia de Banksy conmueve por su sorprendente realismo.

El propio artista publicó el pasado mes de marzo en su cuenta de Instagram un post en el que explicaba que la obra había sido expuesta de nuevo en el Museo de Bristol para conmemorar el día del Brexit: “Hice esto hace diez años. El museo de Bristol acaba de volver a exhibirlo para conmemorar el día del Brexit”. «Reíd ahora, pero llegará un día en el que no haya nadie al mando», añadió.

La profética pintura data de 2009 y, originalmente, se tituló ‘Question Time’ (‘Turno de preguntas’). Como otras muchas, seguramente obedece a la máxima del autor, según la cual “El arte debería consolar a los perturbados y perturbar a los cómodos”.

Los científicos del Consorcio Internacional para el Genoma del Chimpancé aseguran que compartimos con ellos casi el 99% de la secuencia básica del ADN. Parece que, a solo unos días de la fecha límite para el Brexit, Banksy quisiera advertirnos de que los parlamentarios de Westminster han perdido lo poco que nos diferencia.

¿Estaremos a tiempo?