Esa mirada de Suzanne no necesita ni letra, ni música. El 27 de diciembre de 1967, sólo unos meses después de su accidentada participación en el concierto del Town Hall de Manhattan, en el que por primera vez cantó ante el público y Suzanne recibió su atronador aplauso, Leonard Cohen publicaba su primer disco. No pasó mucho tiempo sin que sus fans se preguntaran quién era aquella Suzanne que llevaba a Leonard a su refugio, “cerca del río”, donde “puedes escuchar los barcos pasar”.
No podía ser la mujer que ocupaba su corazón, Suzanne Elrod, la fotógrafa que sería madre de sus hijos Adam y Lorca, porque su noviazgo comenzó en 1969. ¿Quién entonces?. La Suzanne que quedaría para siempre inmortalizada con aquella canción, era Suzanne Verdal, una joven bailarina de Montreal. Se conocieron a principios de 1960 en Le Vieux Moulin, un club en el que bailaba con su novio Armand Vaillancourt, escultor y buen amigo del cantautor. Después de su traumática separación, Leonard le visitaba regularmente en su refugio junto al río San Lorenzo, daban largos paseos por los muelles escuchando el sonido sincronizado de sus zapatos, comunicándose en silencio. Suzanne ha dicho: casi nos oíamos pensar. A la luz de una vela, tomaban té y naranjas que compraba en el barrio chino.
Muchos de aquellos momentos se convirtieron en versos y Suzanne en la musa que inspiró el poema titulado Suzanne Takes You Down de su poemario Parasites of heaven, editado un año antes que su primer disco y convertido en la canción que abre el universo Cohen. Años más tarde, se encontraron tras un concierto en Minneapolis y Leonard le dijo: “Oh Suzanne, me diste una hermosa canción”.